Hoy mis sueños son de vidrio

Hoy mis sueños son de vidrio

Experimenté muchas técnicas, indagué en la historia del Arte, pasé por facultades universitarias, viajé, observé. Mis ojos se maravillan aún ante la inmensa gama de expresiones artísticas de cada ser humano que se lanza a la aventura creativa.

 
Ansiaba encontrar lo mío.

 

A veces el tiempo se hace pequeño, otras se alarga, a la luz de la memoria que lo enciende o de la sombra que lo apaga.

 

Hoy, mientras contemplo alguno de mis mosaicos o en el momento en que estoy inmersa en el quehacer creativo, le pongo palabras a mis sueños, a mis sentires y alcanzo un gozo profundo porque encontré lo mío.

 



Vuelo nocturno

 

El viaje del héroe es la historia más antigua del mundo. Su estructura básica está entretejida de mitos, cuentos de hadas y leyendas que nos relatan cómo una persona se pone en marcha para dar cumplimiento a la gran tarea, la búsqueda de un tesoro difícil de encontrar.

 Es la misma historia detrás de todas las historias conocidas, que se ha venido contando hasta el día de hoy en diferentes idiomas y culturas. No ha sido creada ni inventada por nadie, sino que es un mensaje de sabiduría que procede directamente del alma. Podríamos decir que hemos traído este conocimiento con nosotros. Es una historia ejemplar, una parábola del camino que los seres humanos recorremos a lo largo de nuestra vida.

El viaje ha forjado héroes y heroínas desde tiempos inmemoriales. Estos viajes han sido considerados como viajes iniciáticos, es decir que acarrean una transformación y un aprendizaje para quien los realiza. La persona es iniciada en el uso de potenciales interiores que no sabía que tenía.

En mi obra aparecen dos mujeres. Una versión podría el viaje de mi alma y yo, montando en el ave fénix (transformación), volando con gozo hacia el Todo.

Otra versión, una vivencia muy íntima con mi maestra espiritual tomándome de la mano, haciéndome transitar por recuerdos, por vivencias, observando que tan solo fueron historias. Delicadamente me hizo notar que nuestra historia, con sus alegrías y dolores, forma ya parte del pasado y que podemos cubrirla con un gran manto de seda multicolor para dejarlas descansar y así lanzarnos ahora, a la verdadera tarea. La de vivir nuestro hoy y asumir el papel de adultez.

Ambas versiones son válidas.

El vuelo nocturno o lunar es el que se realiza de noche, en el terreno del inconciente, los poderes femeninos, el territorio de la madre, la luna, la fe.

El mosaico es hacer un todo de partes, fracciones, segmentos, pedacitos… ¿No somos acaso, por el solo hecho de construir nuestras vidas, mosaiquistas de las mismas? Siento que hacer un mosaico es, en cierta forma, ensamblar en un todo la sucesión de etapas, capítulos, emociones y vivencias.

Cada mosaico que realizo es como trabajar un pedacito de mi alma-hogar. Siento a través de los colores, y si de sentimientos hablamos, siento que las casas tienen alma, somos el lugar que habitamos, cada rincón de nuestro espacio nos cuenta de nosotros.

Esta obra es especial, el inicio de mi obra en esta técnica.

Las aspiraciones y deseos se convierten en aptitudes

Los pensamientos reiterados se convierten tendencias

La voluntad de obrar se convierte en acciones

Las experiencias se convierten en conocimiento

Los sufrimientos se convierten en conciencia