viernes, 17 de mayo de 2013

Regadera


Los abuelos de mis hijos, por el lado de su padre, se pasaron a vivir a otra zona, luego de vivir casi sesenta años en el mismo barrio. Tenemos muchos recuerdos hermosos del sitio donde crecieron mis hijos y sus primos.

Dentro de las cosas que se quedaron en la casa, ellos recuperaron algunos objetos que deseaban guardar de recuerdo. Trajeron una regadera plástica con la que nuestra querida Illa, doña Cecilia para mí, regaba sus plantas en un hermoso jardín que siempre estaba repleto de flores.

Tomé esa regadera y la trabajé en mosaico. Aquí la pueden ver como un hermoso recuerdo que aún puedo utilizar para ponerle agua a mis plantas.

Gracias, dona Cecilia, por tan lindos recuerdos!






lunes, 14 de enero de 2013

El Jardín de los Secretos

Conclusión del Jardín de los Secretos

 
 
Finalmente concluí la obra el Jardín de los Secretos, a la que me referí en una entrada anterior.
 
Este trabajo representó gozo, perseverancia, disciplina, magia, inspiración, amor, pasión; tantas cosas que me son muy difíciles de describir. Para eso está la obra plástica, para expresar lo que no podemos decir con palabras.
 
 
 
 
 
 
 
Del libro "Pertenecer al Universo" de Fritjof Capra, el cual he retomado, luego de haberlo leído hará hace unos diez años y el cual me despertó una profunda conciencia ecológica, tomo sus reflexiones de que los seres humanos tenemos una conciencia común de algo mayor que todos nosotros, como seres humanos debemos restablecer.
 
Al pertenecer al Universo y formar parte como un todo en esta Tierra, se podría decir que la posición humana es de reponsabilidad para restaurar lo que no hemos hecho correctamente, o como un teólogo en este libro lo describe "realizar el mito del Paraíso".
 
Menciona David Steindl-Rast, co-autor de Capra en esta obra, que es en nuestros mejores momentos supremos, cuando logramos percibir lo que significa Dios -o el nombre que cada quien le pone a ese Ser Superior que siente o no siente en su vida-, cuando podemos descubrir lo que eso significa para nosotros. Ese sentido de pertenencia con el Todo; a algo más grande.
 
Menciona Steindl-Rast que es entonces cuando viene la parte en que se nos coloca en El Jardín "para atenderlo y cuidarlo". Ahí viene el sentido de libertad y responsabilidad. Se trata de restablecer la explotación de nuestra tierra hacia un atenderla y cuidarla, porque nos sentimos ya pertenecientes a ella.
 


Llega al fin, un mutuo enriquecimiento.

 
 
 

La caída del Paraíso podría interpretarse como que el jardinero se sintió separado de su jardín y el tomar conciencia de su desnudez, según la metáfora de las Sagradas Escrituras, es la idea de la separación; sentirse fuera de él.

 
"Nuestra responsabilidad como jardineros, sería reconectarnos al jardín, porque nos hemos separado y nos hemos puesto por encima de la naturaleza."
 
 El momento supremo, el gozo de sentirnos uno con el Todo y todos, nos lleva invevitablemente a hacer la Paz con la Tierra,  la Naturaleza, con el Universo entero.



















domingo, 23 de diciembre de 2012

El Arbol de la Vida

El Arbol de la Vida







Otra intervención sobre piedra con un Árbol de la Vida, esta vez con la variación, en que utilicé únicamente abalorios.

El Árbol de la vida es un término usado desde antiguo por las religiones, la filosofía, la mitología, las ciencias y en otras áreas. El Árbol de la vida tallado, pintado, bordado o impreso ha existido desde el comienzo de la historia. Generalmente, simboliza el poder de la vida y sus orígenes, la importancia de las raíces y el desarrollo de la vida. Se asocia a veces con las personas y / o animales (aves, mamíferos).

Una forma de amar nuestra Madre Tierra, es sembrando más árboles o simplemente cuidando el jardín de nuestra casa, los espacios que nos han obsequiado para ser cuidados,

Siguen las piedras

Libélula





Ya había mencionado en otro de mis trabajos a la libélula. He querido seguir esperientando con piedras e intervenirla con una mezcla de vidrios y abalorios.

Los antiguos pueblos nativos de Norteamérica, se sentían profundamente unidos a la naturaleza.A lo largo de la historia de la humanidad, todos y cada uno de los pueblos han desarrollado sus propios sistemas de adivinación. Sin embargo, la forma de entender este concepto difiere de la del hombre moderno y occidental que, al alejarse de sus raíces, tiende a verlo sólo como una predicción del futuro. La diferencia principal estriba en la manera respetuosa que tienen gentes más primitivas de acercarse a estas artes, entendiendo que lo que se les ofrece es, sobre todo, consejo y guía para encontrarse a sí mismos, como única y verdadera manera de enfrentarse a los retos del día a día.

Los antiguos pueblos nativos de Norteamérica, al igual que los de cualquier parte del mundo, se sentían profundamente unidos a la naturaleza. Para ellos todo ser vivo, especialmente del reino animal, está animado por su propio espíritu particular. El hombre puede recibir enseñanzas de estos espíritus, si los observa con atención. Partiendo de este hecho, la persona que quería consultar algo se sentaba junto al fuego ante el Hombre o la Mujer Medicina y extraía de un saquito una serie de objetos (un diente, una garra, un huesecillo...) que estaban relacionados con un animal determinado. Luego los iba colocando en el suelo de acuerdo a los puntos cardinales, que muestran las direcciones básicas de la vida.


Recientemente leí que en los últimos agrogramas, dibujos formados por el inexplicado doblés de los cultivos de cereales, en donde se crean espectaculares formas que por lo general sólo se logra ver en todos su esplendor en el aire, ha aparecido recientemente la libélula.

En días pasados participé en varias actividades para el celebrar el día 1, en que se llevaron a cabo diferentes actividades en donde se firmaría la paz con la Naturaleza, se daría comienzo a la toma de acciones con el propósito de convertir Costa Rica en el primer país en el mundo  carbono neutral y también para solicitar a nuestro gobierno un proyecto de ley en que se otorgue autonomía indígena a los diferentes grupos de nuestro país.

Para este acontecimiento llegaron representantes indígenas de varias regiones de América del Norte, Centroamérica y América del Sur.

Una de las actividades que se organizaron fue un círculo de fuego sagrado. Participé en este evento en donde se celebraron rituales relacionados con los cuatro elementos y de esta forma aprendimos a relacionarnos de una manera diferente con el abuelo/a fuego, con el agua, ser vivo; la tierra, nuestra madre y con el aire. Aprendimos que también estos elementos se encuentran dentro de nosotros mismos y fuimos invitados  a relacionarnos de una forma distinta con ellos.

Al terminar el último ritual habiendo ya amanecido, una libélula me voló por unos segundos enfrente, para luego posarse en una de las piedras del círculo sagrado. Sabía que debía tomarle atención a esta señal, pues ya se ha venido presentando este símbolo en mi acontecer diario en variados ocasiones. Precisamente una de mis piedras ya la había comenzado a intervenir con este símbolo y hoy sólo terminé fraguándola.
    Investigando, encontré la información de los agrogrmas con este símbolo presente y se relaciona a la libélula como un insecto, que como tal representa las energías más primarias de la Tierra. Es la fuerza de lo elemental y sin embargo vuela, por lo que es capaz de dejar el suelo y conquistar los cielos.
En esta posición, la Libélula nos recuerda nuestro propio origen evolutivo y la conexión que, nos guste o no, tenemos con todo lo que vive. También nos advierte que estamos hermanados con cada piedra, con cada árbol, cada animal, cada flor, cada gota de lluvia...
Por último nos dice que los hombres somos los hermanos mayores, y precisamente por eso es nuestra responsabilidad ayudar a los demás a ser lo que el Gran Espíritu quiere que seamos
.


No puedo entonces, tomar como casualidad el que este insecto apareciera justo al finalizar la ceremonia y se posara en una piedra.  Hoy estamos a punto de adquirir alas y andar "libres", dueños de nuestro destino, con la fuerza y madurez necesarias para vencer los obstáculos que se nos presentan. Agradezco todo lo recibido de enseñanazas y regalos en los últimos días. No me siento más que bendecida.

http://www.novarevista.com/reportajes/Oraculo_Indio
http://fulvida.com/identidad/la-humanidad-es-una-libelula

sábado, 3 de noviembre de 2012

En el jardín de los secretos

 
En el jardín de los secretos


Todos necesitamos nuestro jardín secreto en donde podamos conectarnos con nosotros mismos y expresarnos con libertad.


El jardín de mi casa ha sido un lugar especial, cuidado por muchísimos años y trabajado en muchos rincones. Este trabajo es una extensión, si se quiere decir, una recreación de ese jardín, pero dándole la característica de una conversión  hacia el jardín secreto, apropiándomelo.

El jardín secreto es un lugar de reencuentro y alegría. El jardinero ama su jardín, lo cuida, vela por él  permanentemente. Es su espacio sagrado.

Un jardín secreto es por lo general bello, mágico y esa belleza no es casual, sino el resultado de poner armonía y amor en él.

He disfrutado muchísimo este trabajo, porque así como un jardín posee sus rincones, en esta obra, conforme voy trabajando, he ido tomando diferentes cuadrantes y he impregnado magia en cada uno de ellos. Mi magia, mis sueños. Cada rincón a pesar de parecer silvestre, ha sido guiado y cuidado por la mano del dueño. Entonces posee su esencia.

Todo jardín secreto es plenitud, alegría y serenidad y al crear cada espacio dentro de la obra, voy descubriendo  al mismo tiempo, esas cualidades dentro de mí misma e indago en la forma de cómo expresarlas plásticamente, para que juntas recreen ese lugar íntimo que crece en nuestro ser interno.
 
El jardín interior nos invita a explorar  la pregunta esencial de la que surge todo lo demás: ¿quién soy? La pregunta más exigente y la que requiere mayores dosis de lucidez, humildad, amor, entrega, consciencia e intimidad.
 
Ese es mi trabajo y esa mi obra.

 
Trabajo en progreso





viernes, 2 de noviembre de 2012

Corazones y piedras

El simbolismo del corazón


Me gustan los corazones, símbolo del Amor incondicional. Sé que haré muchos de ellos.

A continuación algunos de los significados del símbolo del corazón.

El corazón es el centro del ser, tanto físico como espiritual, pero también simboliza la sabiduría de los sentimientos y emociones, en contraposición a la inteligencia razonadora de la cabeza.
 
El corazón encierra la sangre vital y las fuerzas del amor, la caridad y la compasión. Es "el lugar secreto", y aunque se lo asocia con las emociones antes que con la razón, se dice que "tiene razones que la razón no entiende".
 
El principal emblema del corazón es el sol, el centro del Universo; el sol radiante o el corazón ardiente simbolizan el centro del macrocosmos y el microcosmos. El corazón se representa también como un triángulo con el vértice hacia abajo y es la caverna, ese lugar misterioso y recóndito, otro de sus atributos.
 
En los países orientales el loto es su emblema. El corazón de diamante del budismo simboliza la pureza e indestructibilidad; aquello que no se puede "cortar", ni alterar.
 
En las ceremonias rituales de los aztecas, el sacrificio del corazón significaba la liberación de la fuerza vital, la simiente de la vida, para que germine y florezca nuevamente.
 
En el simbolismo chino, la sangre y el agua son los principios, ying y yang.
 
En el sufismo, de todos los términos coránicos de los cuales puede decirse que se dirigen a los sufíes, el más significativo y que se repite con más frecuencia es el de aquellos que tienen corazón. En efecto, ¿qué es el sufismo, subjetivamente hablando, sino el «despertar de los corazones»?.
 
«Mi tierra no Me puede contener, ni tampoco Mi cielo,
pero el Corazón de Mi siervo creyente Me contiene.»

«He visto a mi Señor con el ojo del Corazón.
He dicho: ¿Quién eres?
Ha contestado: Tú». . .
 
 
En el cristianismo representa la vida del cuerpo y la vida del espíritu. El vino es casi universalmente, símbolo de sangre.
 
 
El corazón de Cristo es el centro del mundo, lo mismo que el corazón del hombre es el centro de su cuerpo y de su ser. Entre los devotos del Sagrado Corazón, esta unión con el Corazón divino, que en algunos llega hasta la identificación, se da de dos formas: ya sea mediante un refugiarse en el Corazón, ya sea mediante un «cambio de corazones».
 
El primer modo es lo que se ha denominado el «Vivir espiritualmente en el Corazón de Jesús». Y el segundo modo se explica con un pasaje de las Sagradas Escrituras:  «Quien se une a Dios se convierte en un solo espíritu con Él» (I Cor. 6,17).
 

 

 
 

 
 
 



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Piedra y rana


Nuestras ranas

Nuestros bosques están plagados de ranas en una gran diversidad de especies de bellísimos colores y formas. Algunas de ellas ya están extintas y otras, en peligro de extinción, debido al calentamiento global.

Ya en las leyendas aborígenes de nuestro país, las ranas representaban tanto la fertilidad como la muerte.

Dentro de estas sociedades de rango con sistemas de creencias de tradición animistas basado en el culto a la naturaleza, la metalur­gia cobró fuerza y miles de objetos serían ofrenda religiosa y fune­raria, símbolos de poder y prestigio de las hélites, seres privilegiados que dominaban la unión entre lo social y lo sobrenatural y que tení­an el derecho de llevar esos objetos sagrados hasta sus tumbas.

Esta relación animista en donde hay una concepción de la natu­raleza como unidad y totalidad, donde el ser humano es un compo­nente más de la misma, sirvió de modelo para las concepciones mitológicas que sustentaban a formas de organización complejas en donde la elaboración simbólica de las relaciones entre los humanos y su entorno natural era utilizado como modelo en función de expli­car procesos sociales.

Los animales siempre han tenido un sitio principal en el simbolis­mo religioso, por ser poseedores de una fuerza vital y un poder físi­co que sobrepasan a los humanos, como volar, tener garras, sobrevi­vir bajo el agua, son depositarios de múltiples significados mágicos y religiosos, por lo que se ubican en el ámbito de lo sagrado.
 
En el pensamiento indígena lo que interesa no es el animal en sí, sino sus cualidades esenciales. En la orfebrería costarricense, las aves, las ranas, los sapos, los saurios en general, son los animales mayoritariamente presentes en los diseños, ya sea como figuras individuales o formando parte de figuras humanas.

Los animales cumplen múltiples funciones dentro de la mitolo­gía, pero la más importante de ellas consiste en su papel como inter­mediarios entre las fuerzas superiores e inferiores dentro de la cos­movisión indígena. Esta intermediación se relaciona con su capacidad de poder traspasar las diferentes esferas del cosmos, tras­paso que el chamán es capaz de realizar simbólicamente

Las ranas también simbolizan la fertilidad en la agricultura, su croar anunciaba el advenimiento de las lluvias, el tiempo propicio para la siembra. Por otro lado, su silencio, su ausencia de las lagunas y riachuelos, significaba la iniciación del estío, la recolección. La rana anunciaba con exactitud las estaciones dentro de las cuales se debía laborar para alimentarse, para prolongar y renovar la existen­cia.

El opuesto simbólico de la fertilidad es la esterilidad. Las ranas y los sapos pasan en su ciclo natural de vida por estadios de hiberna­ción, lo cual se relaciona simbólicamente con la infertilidad y la muerte. 





Unión piedra-rana
 
 
Seguiré trabajando las piedras, experimentando con diversos animales y formas. Hay una rama del Arte, llamada Arte Jardín o Garden Art en la cual deseo irme adentrando. En el Arte todo, absolutamente todo, se trata de experimentar y dejar volar nuestra imaginación.


Por ser un símbolo tan presente en nuestra cultura, desde tiempos antiguos, trabajaré con las ranas y los sapos, las lagartijas y las iguanas.

Los invito a acompañarme en mi viaje!









Fernández Esquivel, Patricia. (1998). Algunas nociones sobre el simbolismo orfebre (en línea). San José: Fundación Museos del Banco Central. Disponible en:
http://www.museosdelbancocentral.org/esp/art%C3%ADculos.html? (año en que fue consultado XX, fecha en que fue consultado XX).